ZONA ARQUEOLOGICA EL LAGARTERO
Zona Arqueológica ubicada a 68 kilómetros de Comitán de Domínguez, en la colonia Cristóbal Colón.
Casi dos siglos después, Lagartero continúa siendo un pequeño paraíso, combina la belleza natural con el interés arqueológico. Afluente del alto Grijalva, produce una gran cantidad de estanques transparentes y pequeñas cascadas. Entre los cuerpos de agua permanecen los vestigios de una ciudad maya, cuyos habitantes aprovecharon hábilmente el medio acuático para crear canales, utilizados posiblemente para el riego y la defensa.
Una zona arqueológica de gran relevancia histórica por su desarrollo como centro cívico, religioso y cultural dentro del área maya en una cuenca superior del río Grijalva, con un estilo particular arquitectónico en piedra tallada. La mayoría de las ruinas están sobre las islas pequeñas y en penínsulas que proyectan dentro de los lagos, estando dos terceras partes de la zona dedicada a ritos ceremoniales y teniendo como área central la isla El Limonar.
A partir de los restos de cerámica encontrados se han deducido que Lagartero comenzó a ocuparse desde el año 300 d. C., en el clásico temprano y perduró hasta el posclásico tardío, entre el 1200 y 1400 d. C. Las construcciones principales son más de quince montículos, de los cuales el más grande alcanza una altura de 12 metros. Tiene un juego de pelota, el cual está en proceso de rescate, tres pirámides principales, así como varias plataformas de diferentes tamaños.
Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia descubrieron cuatro colgantes prehispánicos de cobre en el sitio, siendo piezas de más de 600 años de antigüedad que presentan la forma de cabeza de lagarto, lo que confirma que el nombre de este lugar de filiación maya; en esa época debió aludir a este reptil, símbolo del inframundo para esa cultura.
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